By marzo 24, 2014 Hot Spots Comments Off

El superyacht Adastra

El Adastra es un súper yate trimarán valorado en más de 11 millones de euros, que fue construido en 5 años por McConaghy Boats, en sus instalaciones de Zhu Hai (China), con un equipo de más de 350 trabajadores entre diseñadores e ingenieros, y fue entregado al magnate naviero afincado en Hong Kong Anto Marden en 2012.

Un yate construido para realizar grandes viajes oceánicos sin apenas repostar

Este yate tiene una eslora de 42 metros y 16 metros de manga.  Está construido en fibra de carbono y resina epoxy.  La compañía inglesa John Shuttleworth Yacht Designs es la autora de su diseño. Su interior ha contado con la colaboración de los diseñadores de interiores Jepsen Designs.  Está construido para realizar grandes viajes oceánicos sin apenas repostar.    No solo se ha apostado por la economía y autonomía de combustible,  sino también por la estabilidad,  asegurarando la comodidad de los pasajeros en todo momento. Los camarotes se encuentran en la cubierta inferior, dividida en dos secciones. Todos los camarotes son amplios y están equipados con sauna y jacuzzi.  El camarote principal se encuentra a popa.  En la otra sección se encuentran dos camarotes de invitados, los camarotes de la tripulación y la cocina.

La cubierta principal del Adastra

En la cubierta principal, a popa,  se encuentra un salón accesible directamente desde el camarote principal. Cuenta con un área de descanso, un comedor y una estación de navegación. Desde este salón los pasajeros disfrutan de las vistas del océano a través de un gran ventanal. Cruzando ese gran ventanal a través de una puerta, hacia proa, accedemos al gran solarium de la cubierta castillo.  Entre la cubierta del salón y la cubierta de popa hay una plataforma intermedia en la que se ubica el puente, con dos puestos de control.

Cruzar el Atlántico o el Pacífico

Está equipado con un motor Caterpillar de 850 kW en el casco central y dos motores Yanmar de 80 kW en los cascos laterales.  El Adastra consume 90 litros a la hora a una velocidad de 13 nudos.  Como resultado el yate podría recorrer 18.500 kilómetros sin repostar, reduciendo su velocidad hasta los 10,5 nudos y en condiciones de plena carga, con un consumo de 25 litros por hora.  Sus formas le permiten alcanzar grandes velocidades en mar abierto. A una velocidad de 17 nudos su autonomía alcanza los 4.000 kilómetros, permitiéndole cruzar el Atlántico o el Pacífico a alta velocidad. Su velocidad máxima es de 22 nudos.

Un yate diseñado a medida

La superestructura del yate está construida en fibra de carbono con núcleo de nido de abeja. El casco es de panel de fibra de vidrio y kevlar. Los mamparos interiores se fabricaron con paneles de fibra de carbono y fibra de vidrio. El mobiliario se realizó con panelado ligero acabado en roble.   Casi cada uno de los elementos del buque está diseñado y fabricado a propósito para el yate (como escotillas, portillos o escaleras de fibra de carbono)  para conseguir una  reducción máxima del peso y así poder ahorrar combustible.

El barco integra un sistema de monitorización del combustible, seguridad, sensores de bombas, electricidad o luces. Además cuenta con un sistema de gestión del combustible totalemente automatizado, que incluye un sistema de Alfa Laval para la limpieza del fuel.  Todo el sistema computerizado del yate se puede controlar hasta a una distancia de 50 metros con un iPad o un iPhone.

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